Can Barrotes es una finca tradicional mallorquina completamente rehabilitada, situada en un entorno natural privilegiado, entre encinares y campos de cultivo. La vivienda conserva el carácter original de la arquitectura rural de la isla, con muros de piedra seca, vigas de madera maciza y cubiertas de teja, reinterpretados con un enfoque actual y funcional.
El proyecto se ha centrado en poner en valor la estructura preexistente, integrando nuevos espacios amplios, luminosos y abiertos al paisaje.
El uso de materiales nobles como la piedra, el hierro forjado y la madera, junto con una paleta cromática cálida y natural, confiere al interior una atmósfera serena y acogedora.
La zona exterior, con terrazas de piedra y piscina elevada, crea un espacio perfecto para el descanso, resguardado por vegetación autóctona y árboles centenarios. La iluminación arquitectónica resalta los volúmenes y texturas de la construcción, ofreciendo una experiencia cálida también durante las horas nocturnas.
Can Barrotes es un ejemplo de cómo tradición y modernidad pueden convivir en equilibrio, conservando la identidad mallorquina sin renunciar al confort y al diseño contemporáneo.